sábado, 29 de octubre de 2011

El cambio.

Un día uno se levanta con ganas de cambiarlo todo. Te cansas de la misma música de siempre, de la misma ropa que siempre, de pasar una y otra vez por la misma calle, resumiendo, quieres darle un giro radical a tu vida.
Yo no creo que sea del todo posible. Está claro, que todos los días cambiamos un poco, algo nos hace cambiar, aunque no nos demos cuenta. Pero hay cosas que siempre permanecen ahí. Y, menos mal. Menos mal, porque yo, personalmente, no soportaría verme y ver a personas a las que quiero, que cambien completamente, no reconocerlos. Cuando pasan años y uno se reencuentra con antiguas amistades, profesores, etcétera, y ve cómo han cambiado, físicamente y personalmente, es totalmente comprensible. Pero a mí me gustaría que no cambiara nadie su esencia de ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario