sábado, 15 de octubre de 2011

No tengo título.

Bueno, hoy voy a comentar dos cosas. La primera de ellas, es tan evidente, que parece una tontería.
En fin, yo no entiendo a las personas que te perguntan algo sin estar dispuestos a aceptar tu respuesta.
Y, si no lo habeis entendido, os pongo un ejemplo bien fácil.
Una persona hipotética, te pregunta si te gusta aquella persona, tú contestas que no, y te contesta un "Dime la verdad".
Eeeeeeeh, ¿qué? En serio, para qué preguntas, si diga lo que diga, no me vas a creer.
Vamos a ver, ¡eso es de tontos!
Encima, no se da cuenta, que en realidad, me estoy riendo de él porque no ha caído en ello.
Yo lo he hecho, claro, pero desde que me he dado cuenta de ello, no lo hago. Me conformo con la respuesta que me den, que es lo que hay que hacer cuando preguntas. Aunque la respuesta sea falsa, o no te convenzca o qué sé yo, a mi me da igual. Cada uno tiene sus razones para hacer y decir lo que quiera.

Asi que, no vayamos por ahí como si lo supiéramos todo, y no saquemos conclusiones sobre las vidas ajenas, que por cierto, casi nadie suele acertar.

Otra cosa, parecida a este tema. La semana pasada, un amigo mío me hizo reflexionar sobre algo que salió por una conversación.
Cuando los protagonistas de una historia te cuentan algo, las personas tenemos esa necesidad de saber quien miente y quien no.
 Entonces claro, de ahí la, (personalmente) inteligente respuesta de mi amigo.
Dijo que, lo que hay que hacer, es aceptar todas las opiniones. En realidad, no soy quien para buscar quien dice la verdad,  o llamar "mentiroso" a alguien.
 Claro que se puede decir que, así, te toman el pelo, o por tonta, o un sin fin de calificativos. Si lo miras en el mal sentido, normal que opines eso.

Resumiendo, quiero decir que, no tenemos que ir de detectives, porque no somos quien para ello, y podemos equivocarnos y hacer daño, al estar de acuerdo con una versión y no con otra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario