sábado, 29 de octubre de 2011

El cambio.

Un día uno se levanta con ganas de cambiarlo todo. Te cansas de la misma música de siempre, de la misma ropa que siempre, de pasar una y otra vez por la misma calle, resumiendo, quieres darle un giro radical a tu vida.
Yo no creo que sea del todo posible. Está claro, que todos los días cambiamos un poco, algo nos hace cambiar, aunque no nos demos cuenta. Pero hay cosas que siempre permanecen ahí. Y, menos mal. Menos mal, porque yo, personalmente, no soportaría verme y ver a personas a las que quiero, que cambien completamente, no reconocerlos. Cuando pasan años y uno se reencuentra con antiguas amistades, profesores, etcétera, y ve cómo han cambiado, físicamente y personalmente, es totalmente comprensible. Pero a mí me gustaría que no cambiara nadie su esencia de ser.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Personas con supuestos "pájaros" en la cabeza.

El fin de semana pasado, he vuelto a leer un libro que me hace reflexionar mucho sobre mi vida, lo que hago y mi tiempo. Ese libro se llama "Rabia" de Jordi Sierra i Fabra, mi escritor favorito, y en mucho más que se ha convertido para mí. Quiero presentar un párrafo, que resume perfectamente como nos ven, a los jóvenes soñadores de hoy en día.

"Dile a alguien que vas a ser médico, o lampista, y te dirá que bueno, que de acuerdo. Pero dile que vas a ser austronauta. Seguro que te dirá que sí, gracias a la patada que te dará tu padre, que te pondrá en órbita. La gente nos mira como a entes abstractos, perdidos de antemano. Alguien tendrá que ser presidente del gobierno, y cantante de éxito, y actriz con un Oscar, pero todos creen que lo serán otros. Tú, imposible. Es su defensa. Su fracaso, o su inutilidad, los hace despreciarte. Y en el fondo, temen que tengas razón."

Esto, es algo que hace la mayoría de los adultos, incluso jóvenes que se ven perdidos y que no aceptan que otras personas tengan sueños (jóvenes equivocados claro está, porque uno no se puede rendir con esas edades, además de que, para conseguir algo no hay un límite de edad).

La respuesta más dada por los adultos es un "Búscate una carrera con una salida". Y que fueran una autopista los pobres.

Realmente, no entiendo la poca confianza que tienen hacia nosotros, la necesidad de ver a alguien fracasar porque ellos mismos hayan fracasado, sólo por sentirse mejor consigo mismos, sólo por tener una escusa para justificar que no consiguieron aquello que se proponían, porque no les dejaron, o peor aún, porque se rindieron. Que les den rabia que luchen por aquello que anhelan, sea músico, escritor, pintor, básicamente las carreras artísticas, que me refiero a ellas, ya que suelen tambien etiquetarlas como las profesiones de "los muertos de hambre".

En esta vida, para resumirlo en breves palabras, o eres feliz o te mueres de asco. Y cuando te sucede lo segundo, encima no quieres ver que los demás sean felices, y te dedicas a amargar a los que te rodean.

Es tan sencillo, que nadie ha caido en ello. Las personas creativas necesitan que alguien más viejo, más sabio les diga que, a fin de cuentas, no están locos, que pueden conseguir lo que se propongan, su sueño.

Repetir que el fracaso está ahí, ya se sabe, no hace falta ser un iluminado para caer en ello, a mi me cabrea este tipo de personas que se dedican a repetirte la parte negativa de cualquier riesgo.

Creo que, si alguno no cumplimos nuestro sueño, deberíamos ser ese alguien que habríamos necesitado para sentirnos seguros, llenos de vida y esperanzas.

Que nadie se rinda, es mu duro llegar a los 50 años y ver cómo renunciastes a tus sueños, a tu felicidad, ya sea como mencioné antes, porque no te dejaron, o peor aún, porque abandonastes.

Esta entrada se la dedico a dos amigos míos, que les gustaría ser escritores.

sábado, 15 de octubre de 2011

No tengo título.

Bueno, hoy voy a comentar dos cosas. La primera de ellas, es tan evidente, que parece una tontería.
En fin, yo no entiendo a las personas que te perguntan algo sin estar dispuestos a aceptar tu respuesta.
Y, si no lo habeis entendido, os pongo un ejemplo bien fácil.
Una persona hipotética, te pregunta si te gusta aquella persona, tú contestas que no, y te contesta un "Dime la verdad".
Eeeeeeeh, ¿qué? En serio, para qué preguntas, si diga lo que diga, no me vas a creer.
Vamos a ver, ¡eso es de tontos!
Encima, no se da cuenta, que en realidad, me estoy riendo de él porque no ha caído en ello.
Yo lo he hecho, claro, pero desde que me he dado cuenta de ello, no lo hago. Me conformo con la respuesta que me den, que es lo que hay que hacer cuando preguntas. Aunque la respuesta sea falsa, o no te convenzca o qué sé yo, a mi me da igual. Cada uno tiene sus razones para hacer y decir lo que quiera.

Asi que, no vayamos por ahí como si lo supiéramos todo, y no saquemos conclusiones sobre las vidas ajenas, que por cierto, casi nadie suele acertar.

Otra cosa, parecida a este tema. La semana pasada, un amigo mío me hizo reflexionar sobre algo que salió por una conversación.
Cuando los protagonistas de una historia te cuentan algo, las personas tenemos esa necesidad de saber quien miente y quien no.
 Entonces claro, de ahí la, (personalmente) inteligente respuesta de mi amigo.
Dijo que, lo que hay que hacer, es aceptar todas las opiniones. En realidad, no soy quien para buscar quien dice la verdad,  o llamar "mentiroso" a alguien.
 Claro que se puede decir que, así, te toman el pelo, o por tonta, o un sin fin de calificativos. Si lo miras en el mal sentido, normal que opines eso.

Resumiendo, quiero decir que, no tenemos que ir de detectives, porque no somos quien para ello, y podemos equivocarnos y hacer daño, al estar de acuerdo con una versión y no con otra.

sábado, 1 de octubre de 2011

I'm outta myself

Me parecen palabras curiosísimas desde luego. "I'm outta myself" que significa  "me voy de mí mismo" o "estoy fuera de mí mismo".
Sinceramente, no creo que se pueda estar fuera de si mismo en ningún momento. Puedes evadirte del mundo, de un pensamiento, incluso de un sentimiento, aunque evadirse de este último, realmente uno lo hace durante un periodo de tiempo corto. Son incontrolables.
 Esa frase, proviene de una canción de amor, llamada "Peace".
Muchas veces pienso en lo que podría significar esas palabras. Quiere decir que cada vez que piensa en esa persona ya no es él? Que no se reconoce?!
La respuesta que más rodea mi cabeza es que esa persona le vuelve loca, en un sentido más bien positivo.
Supongo que cuando sufres una locura de amor, te sientes fuera de ti mismo, y te adentrás en el mundo de esa persona. No es del todo malo. Si "estar fuera de ti mismo" te hace feliz, ¿qué importa? La felicidad debería ser nuestro objetivo primordial.